Patricia Jacobs Barquet

Ustedes tienen su Líbano con su dilema, yo tengo mi Líbano con su belleza, escribió el poeta y pensador Gibran Kahlil Gibran (1883-1931). Es ahí, en el bled, la tierra de los ancestros, donde se cultiva y fructifica la historia familiar, donde lo hace la voz de los abuelos que abraza a las generaciones. Tierra fenicia de cedros milenarios que desde sus costas impulsó comercio y cultura por todo el Mediterráneo. Líbano también es en la voz de sus hijos y los hijos de sus hijos. De quienes dentro o fuera acuden a la memoria para contarlo y cantarlo, como Patricia Jacobs Barquet.

Hija, hermana, madre, amiga, maestra. Su rincón de Chimalistac, de muebles taraceados y frascos multicolores, evoca a la mujer de lentes, chalecos, pelo al viento y envuelta en humo de cigarrillo capaz de narrar las historias más insólitas y entrañables. En San Ángel también, pero desde un cubículo con las fotografías de sus seres queridos, era común la imagen de la sólida investigadora que documentó a cientos de inmigrantes libaneses y de otras latitudes que se avecindaron en México y dejaron su huella en política, economía, antropología social, entre muchas disciplinas.

«La Pati», como le decíamos todos, fue la responsable de que el acervo más completo de Gibran Kahlil Gibran llegara a nuestro país. En contacto con el matrimonio de Kahlil y Jean, hizo arqueología entre pinturas, dibujos, esculturas, cartas, manuscritos, primeras ediciones y objetos personales del artista. En sus palabras: En agosto de 2007 tuve el honor de viajar a Boston para hacer el inventario del archivo, y dos meses después, de recibir en México la colección completa. Quienes tuvimos el privilegio de conocer a Kahlil Gibran, el escultor, el sobrino y ahijado del poeta, agradecemos su loable acción como coleccionista.

En esta primavera que está por despedirse también lo ha hecho ella. Dijo el profeta: No habléis de mi partida con lágrimas en la voz, cerrad más bien los ojos y me veréis entre vosotros, hoy y siempre. Lo sentimos Gibran, hoy se nos quiebra la voz… hasta siempre Patricia Jacobs Barquet.