Mi alma se ha empleado
a todo mi caudal en su servicio.
Ya no guardo ganado
ni ya tengo otro oficio,
que ya sólo en amar es mi ejercicio.
San Juan de la Cruz, Cántico espiritual.
Gibran Kahlil Gibran se encuentra sepultado en Mar Sarkis, convento carmelita desde el siglo XVI; sitio que solía visitar durante su infancia el que será el más famoso poeta libanés. Haifa, al sur de Beirut, es el lugar carayores poetas místicos: Santa Teresa y San Juan de la Cruz. Gibran nació el 6 de enero de 1883 en Bcherri, Bcharre o Becharre (en árabe Bisharri), ciudad libanesa: Su nombre significa «templo donde mora Astarté» y fue para los fenicios un importante centro religioso. Se eleva a buena altura sobre el nivel del Mediterráneo, y es, un paraje ideal de frescura.1
Kahlil es nieto de un sacerdote maronita e hijo de Kahlil Gibran, un pequeño propietario de ganado. Su madre Kamileh Rahme ya tenía un hijo: Boutros. Kamileh, bella y talentosa tocaba el laúd; Gibran, empleado del gobierno municipal, se decía que tenía dos ocupaciones: cuidar de su rebaño y no descuidar el café, el tabaco y la bebida de Líbano, el arak. Fueron tres los hijos que nacieron de este matrimonio: Gibran, Marianna y Sultana.
A Gibran le pusieron el nombre de la familia y después el del padre. Gibran significa «el soñador o consolador de almas»; Kahlil, «el escogido o el amigo amado». Después el mundo lo reconocerá como: El Profeta o El Loco, mientras llevó por el mundo un mensaje poético que hizo ejemplar punto de encuentro entre Oriente y Occidente.
KAHLIL, EL ESCOGIDO
Cuando el amor os llame, seguidlo.
Aunque su camino sea duro y penoso.
Y entregaos a sus alas que los envuelve.
Aunque el ala escondida entre ella os hiera.
Y creed en él cuando os hable.
Aunque su voz aplaste vuestros sueños, como hace
el viento del Norte, el viento que arrasa los jardines.
Gibran Kahlil Gibran, El Profeta
A fines del siglo XIX, entre la opresión turca y el renovado ambiente que llegaba de las principales capitales culturales de Europa, con doce años de edad, Gibran Kahlil Gibran emigra con su madre y hermanos a los Estados Unidos. Es Boston la ciudad que eligen para probar suerte. Aprende el inglés y en cuanto puede regresa a Beirut donde se inscribe en la escuela Maronita. Ahí estudia árabe y francés.
Los escritos arábigos inician su vida artística, de escogido: Las ninfas del valle, Espíritus rebeldes, La procesión, Las tempestades y Alas rotas, su única novela.
Por el contenido de algunos de estos textos, Gibran fue rechazado por la Iglesia católica maronita y exiliado por el gobierno otomano. Con todo, Gibran Kahlil Gibran trascendió:
[…] debido a su esmerada educación oriental-occidental, a sus convicciones religiosas, a su libertad de pensamiento, apartada de dogmas y fanatismos, a su pureza moral, a su conciencia del momento histórico que le tocó vivir, a su ferviente deseo de nutrir el espíritu en las fuentes eternas del pueblo, a ser un libanés enamorado, cual ninguno de las bellezas patrias, a su innato amor por toda la humanidad, en fin a su genio, tuvo la dicha de ser un artista en el mundo árabe.2
Sus libros dan la vuelta al mundo en innumerables traducciones: El Profeta, Jesús, el Hijo del Hombre y El Loco, el primer libro que publicara en inglés. En América el poeta crea una obra artística que el mundo occidental conocerá a través de millares de ejemplares.
[…] El Loco había sido precisamente su primer libro en esta lengua. Gibran ponía en boca de un demente una serie de lúcidos discursos que recuerdan los de Zaratustra nietzscheano.3
Gibran, el loco
–¡Oh loco! ¿Eres en verdad, como yo?
¿Eres como yo?
¿Puedes tomar la tempestad por montura
y empuñar el relámpago como espada?
Gibran Khalil Gibran, La noche y el loco
En 1904 en Boston, el poeta tiene su primera exhibición plástica. Conoce a Mary Haskell, la mujer que lo apoyará y acompañará durante toda su vida. Ella es quien lo impulsa a ir a París a estudiar en la Academia Julian y en la Escuelas de Bellas Artes. Durante este periodo sabe de los artistas más importantes de su tiempo. A algunos los dibujará: Rodin, Debussy, Anatole France y Rostand, entre otros. Dice Leonardo S. Kaím:
A quién más admiraba era a Rodin. Se ingenió una y cien veces para visitarlo solo o en compañía de sus condiscípulos. Nunca había visto un genio en acción; le veía en su taller, creando de la materia bruta formas imponderables, lo miraba como a un dios dando vida a muchos seres…Escuchó a Rodin disertar sobre problemas del arte y de cultura en general, poniendo énfasis en sus tres postulados básicos para lograr una obra de arte: carácter, expresión y movimiento.4
Al parecer Rodin observó la obra de Gibran y apostó a que sería el William Blake del siglo XX cuando como el inglés necesitaría tanto de la poesía como del arte para expresarse plenamente.
Si bien Blake en su plástica es de intensos motivos y colores –que no tiene Gibran–, hay en la pintura del libanés un contenido semejante cuando explora asuntos oníricos que resultan misteriosos e inquietantes.
Gibran murió en 1931 y deseó que su cuerpo fuera sepultado en Líbano. En la actualidad, la ciudad de Becharre tiene un museo que exhibe una parcela de la obra del poeta. Otra parte de su legado, integrada por óleos, dibujos, libros ilustrados y primeras ediciones, además de un nutrido acervo de manuscritos originales, de ejemplares de su biblioteca y objetos personales, forma parte desde el 2008 del acervo de Museo Soumaya•Fundación Carlos Slim.
- Leonardo S. Kaím, Gibran Kahlil Gibran. El Loco, México, Debolsillo, 2008, p. 17.
- Ibidem, p. 86.
- Amalia Navarro Mateo. Prólogo. En: Gibran Khalil Gibran. El Profeta. España: Edimat libros, 2003, p. 8.
- Leonardo Kaím, Ibidem, p. 101.